«Muchos padres se muestran asombrados por la cantidad de cosas que saben sus hijos, incluso los de más corta edad; todos esos conocimientos los han aprendido con la televisión. El discurso de la imagen tiene, evidentemente, mayor eficacia que cualquier otro de la educación tradicional»
Se ha hablado largo y tendido sobre el uso de Internet y demás plataformas digitales dentro de la educación, pero por algún motivo, no se suele hablar casi nada sobre otro avance informático como es la televisión y su posible incidencia dentro de la educación de nuestros alumnos.
Parece lógico que ya que se trata de uno de los medios a los cuales los alumnos más horas dedican que intentemos ponerlo a nuestro favor y que la visualización de la televisión pueda ser positiva para la educación. Se dice que los niños pasan más hora ante el televisor que en la propia escuela, sin embargo, no sabemos aprovechar la televisión para educarlos y enseñarles mediante modelos a las que puedan imitar.
Debemos enseñar a los niños a elegir programas que les beneficien culturalmente, programas inteligentes. Debemos utilizar la propia televisión para formar espectadores críticos.
Dice José Antonio Marina que mediante la mirada extraemos datos de la realidad. Cogemos de nuestro alrededor lo que nos interesa porque nuestro ojo no es un ojo inocente, sino que está dirigido en su mirar por nuestros deseos y proyectos.
No aprovechamos la fascinación que produce en los más pequeños el mundo de la televisión, y no aprovechamos estas posibilidades creativas y recreativas que nos ofrece, en definititiva no aprovechamos el rico lenguaje utilizado para transmitir conocimientos. Los programas culturas y educativos, cada vez se ven menos en televisión, atrás quedaron programas como Barrio Sésamo o Érase una vez... En la actualidad estos programas serían rechazados por falta de entretenimiento.
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